La falta de espacio suele ser el pan nuestro de cada día en muchos hogares. Según datos de Ikea, la superficie media de una vivienda en España es de 76-90 metros cuadrados. En las ciudades este tamaño aún es menor, donde no son raros los apartamentos de apenas 40 metros cuadrados. Sin embargo, más que un hándicap real, se trata de una cuestión de buen diseño: en realidad no existe espacio pequeño –al menos no en términos absolutos–, sino mal organizado. Echando mano de la imaginación y de la infinita gama de soluciones que nos ofrece el mercado, podemos sacar partido de los metros disponibles y lograr que nuestro minúsculo apartamento sea el colmo de la amplitud y la comodidad. Hé aquí diez claves infalibles para conseguirlo.
Ejercicio de síntesis
Como acabamos de sugerir, el tamaño es relativo: hay pisos de 100 metros que parecen una ratonera porque están recargados de cosas. Lo importante es que un espacio cumpla con su función: contener los objetos que nos rodean y nos acompañan. Hacer un ejercicio de síntesis sobre qué es lo que realmente necesitamos para vivir bien debe ser el punto de partida para lograr un espacio cómodo. Es una cuestión emocional, pero con claras repercusiones en el diseño y la arquitectura.
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